En la actualidad, debido a múltiples factores, muchas veces experimentamos síntomas que nos alertan de que hay algún aspecto en nuestra vida que no está funcionando correctamente. Hay personas que lo experimentan en forma de insomnio, algunas en algún momento presentan un ataque de ansiedad; otras no soportan coger un ascensor o el metro, mientras que las hay que están siempre cansadas y les cuesta mucho tirar hacia adelante.
Uno, frente a la sociedad en la que vivimos, tiende a ponerse una armadura y tirar adelante al precio que sea. Esto nos lleva muchas veces a buscar alguna pastilla para poder dormir, a ocuparnos con alguna actividad que nos ayude a no pensar, comprarse una moto para evitar coger el metro, o alejarse de las persones más queridas para no sentirse presionado a activarse.
Cualquier decisión tomada es bienvenida, y muchas veces hacemos todo aquello que podemos. Pero es importante saber que los síntomas son avisos que nuestro cuerpo nos da, y que si intentamos escucharlos muchas veces podremos entender qué nos quieren decir. Si simplemente lo que hacemos es sacarnos el síntoma de encima porque nos molesta, sin escucharlo, es como si continuáramos conduciendo un coche con la luz de avería encendida, o incluso habiendo sacado la bombilla de esta luz porque nos molestaba al conducir.