El abuso sexual infantil es un hecho bastante común y del que no se habla mucho. Hay estudios realizados que nos indican que cerca del 20% de los encuestados afirman haber sufrido algún abuso al largo de su infancia. Un hecho sorprendente pero real. Estas personas gran parte de las veces viven su sufrimiento en silencio, soportando las secuelas que este hecho puede comportar. Parece que el silencio es el escondite del miedo, la vergüenza y la culpa.
También se pueden observar gran parte de las veces reacciones entorno a la sexualidad. Puede darse tanto una sexualización de los vínculos, como una inhibición de todo lo relacionado con la sexualidad. Diríamos que el cuerpo ha sido la escena del crimen, quedando este muy vinculado a los hechos.
El abuso sexual infantil es un hecho que debido a sufrirse en un momento temprano del desarrollo de las persona, puede generar serias dificultades para el desarrollo de la víctima, viéndose dificultada en distintas áreas de su vida.
Aunque el abuso sexual infantil es un hecho traumático, que puede perturbar mucho a la persona, cada persona es distinta y también podemos encontrar aquellas personas que han podido superar este hecho sin quedar tan afectadas con las secuelas que el abuso puede generar. Cada persona es un mundo, y por este motivo cada cual afrontará este hecho traumático de manera distinta.
Aunque ningún profesional podrá hacer desaparecer esta vivencia, sí que una psicoterapia podrá ayudar a poder salir de algunos círculos de malestar que este hecho puede generar.