Cuando una persona ha sufrido abuso sexual durante la infancia, esto quiere decir que ha experimentado sensaciones y emociones que seguramente no ha podido elaborar debido a la inmadurez de su aparato psíquico. Estas sensaciones y emociones han quedado desatadas de todo pensamiento, yendo por libre, y este hecho puede generar una ansiedad difícil de tolerar. El hecho de poder revivir estas emociones y sensaciones en un contexto protector y de cuidado como lo es el de psicoterapia, puede dar la posibilidad de conectar estas emociones y sensaciones con el pensamiento. Éste será el que nos hace de catalizador de la emoción, haciendo disminuir la ansiedad que la persona experimenta.
Otra cosa a destacar, es que durante se sufren los abusos sexuales las personas pueden adquirir estrategias psíquicas para sobrevivir la terrible situación que se esta padeciendo. Estas «estrategias automatizadas» tiene una función mientras esta sucediendo el abuso, pero muchas veces perduran en el tiempo, generando dificultades a la persona cuando el abuso ya forma parte del pasado. La psicoterapia puede ayudar a ver y entender estas «estrategias automatizadas» para que la persona pueda ampliar su conocimiento sobre si misma, ayudándole a gestionar de manera diferente su vida.